lunes, 19 de mayo de 2008

Cuncos

Los cuncos son un pueblo de indígenas sedentarios. Vivían en rucas grandes las cuales construian con palos y pieles, alrededor de las que sembraban maíz, papas y quinoa, poseyendo los grupos familiares grandes cantidades de ganado.
Durante los meses de primavera y verano aprovechaban de trasladarse hacia la mar para coger peces o lobos marinos y mariscar, accediendo por medio del curso de los ríos o de sendas estrechas taladas a través de los cerros. Por ende, eran recolectores y cazadores.
El hábitat insular de los cuncos, representada por numerosas caletas y puertos litorales, incentivó el desarrollo de la pesca y recolección litoral, donde la caza del lobo de mar reviste gran importancia. La recolección terrestre queda limitada a plantas y frutos silvestres y algunos hongos que crecen en los árboles. La caza del pudú y zorro pequeño.
Su establecimiento y modo de vida se ha definido como semi-nómade, por cuanto pasaban largas temporadas en sus embarcaciones, denominadas dalcas, alcanzando islas muy lejanas. No tuvieron pueblos organizados y su población estuvo repartida por todas las islas. Una importante fuente de alimentación la constituyó el "curanto", herencia que se mantiene hasta hoy en día en el acervo cultural chilote. Este consistía en cocer una gran cantidad de mariscos, carnes, verduras y papas, en un hoyo al que agregaban piedras muy calientes.
Para su cocimiento lo tapaban con ramas hojas y tierra. Indiscutiblemente la recolección de mariscos era una tarea diaria aún para mujeres y niños. De hecho se sintieron más apegados al ecosistema marino y litoral, que a las actividades de la tierra.
Sus Vestimentas eran muy parecidas a la de los chonos, Tapabarros de algas marinas, Torso cubierto con capas de pelo de perro. En ocasiones, usaban gorros y se pintaban la cara (sólo hombres) con rojo, negro y blanco. Su nivel cultural es tardío y pertenecían a una banda de tipo canoera. Hablaban la lengua mapudungun.
Creían en una vida sobrenatural, por lo que sepultaban a sus muertos en cuevas o plataformas elevadas. A fines del siglo XVIII, desaparece como pueblo, en Chiloé, con Cuncos y Huilliches.