Los Selk'nam eran un pueblo nómade que habitaba en Tierra del Fuego, que mantenía una economía de subsistencia basada en la caza terrestre, principalmente aves, que se complementaba con la recolección de frutos, hongos y raíces silvestres; junto con algunos productos marinos.
Se caracterizan por la elaboración de puntas de proyectil más perfeccionadas y eficaces que las de sus antecesores.
Esta cultura, poseía un amplio mundo espiritual manifestado en ceremonias como el Hain, ritual de iniciación sexual en el que se revelaba a los adolescentes ciertos secretos tendientes a preservar su orden social: el patriarcado.
La familia era el núcleo básico. Era común el matrimonio monógamo, aunque un hombre podía tener dos mujeres. No se conocía una jerarca o cacique entre los Selk'nam, debido a su organización en familias. Sólo los chamanes, llamados Kon a quienes se les reconocía ciertos poderes, eran respetados y temidos. Ellos curaban a los enfermos y se encargaban de las ceremonias religiosas. En las relaciones sociales, basadas en el parentesco, primaba el patriarcado, expresado en el establecimiento del matrimonio en el hogar del marido (patrilocal). En cada familia podían existir cuatro a cinco generaciones.
El territorio Selk'nam, propiedad de una familia extensa, se subdividía tradicionalmente en unos 40 distritos familiares que tenían límites conocidos por todos.
Los Selk'nam se esmeraban en su presentación personal. Cualquier oportunidad era buena para pintarse el cuerpo y el rostro. Los adornos más usados entre mujeres y niñas eran los collares de conchas de moluscos y de huesos de ave. En la vida diaria los hombres no llevaban adornos y sólo en escasas ocasiones alguno de ellos usaba una diadema de plumas, lo que constituía un privilegio e indicaba que estaba cumpliendo un rol especial, generalmente durante una ceremonia. La vestimenta principal era una larga capa de piel de guanaco que les servía para protegerse, cubriéndolos del frío, desde el cuello hasta las rodillas. En ocasiones esta capa se confeccionaba con piel de zorro o cururo, este último era usado por los grupos de más al norte. Las pieles se raspaban y luego se dejaban secar estiradas mediante estacas. Entonces se procedía a unirlas mediante nervaduras del mismo animal, usadas como hilo. La capa del hombre no se fijaba a ninguna parte del cuerpo, por lo que debía sujetar los dos bordes superiores con la mano izquierda sobre el pecho. Esto permitía a los cazadores quitarse la capa con mayor facilidad y con ello poder capturar más rápidamente a sus presas. La capa de la mujer, en cambio, se afirmaba mediante dos nervaduras de guanaco alrededor de los hombros. La piel de guanaco le servía para proteger a sus hijos pequeños del frío, ya que los colocaba en su espalda bajo ella. Delantal, también confeccionado con piel de guanaco, que se usaba por debajo de los senos y cubría desde el vientre hasta las rodillas. Ellas no se quitaban nunca esta prenda en público; de la capa, en cambio, se desprendían fácilmente. Mocasines, zapatos fabricados con la piel de las extremidades del guanaco, cosidos con el pelo hacia fuera.
Mantenía una economía de subsistencia basada en la caza terrestre, principalmente aves, que se complementaba con la recolección de frutos, hongos y raíces silvestres, junto con algunos productos marinos.
La lengua Selk'nam era hablada por los cazadores terrestres de Tierra del Fuego, XII Región, extinguidos hacia las primeras décadas del siglo XX.
Los dioses y espíritus fueguinos no son representados ni se les rinde culto. No son más que nombres y palabras para designar lo que se encuentra más allá de la sociedad.
El fuerte de la cultura Selknam era sin duda la pintura corporal. El colorearse el cuerpo con atractivos diseños era una institución en la vida de este pueblo, tanto en su existencia rutinaria como en su aspecto mágico y ritual.
Los Selknam solían pintarse con pigmentos negro, blanco y rojo con motivos y diseños sencillos pero variados que podían tener significados relacionados con las situaciones que se estaban viviendo o los estados de ánimo.
Se caracterizan por la elaboración de puntas de proyectil más perfeccionadas y eficaces que las de sus antecesores.
Esta cultura, poseía un amplio mundo espiritual manifestado en ceremonias como el Hain, ritual de iniciación sexual en el que se revelaba a los adolescentes ciertos secretos tendientes a preservar su orden social: el patriarcado.
La familia era el núcleo básico. Era común el matrimonio monógamo, aunque un hombre podía tener dos mujeres. No se conocía una jerarca o cacique entre los Selk'nam, debido a su organización en familias. Sólo los chamanes, llamados Kon a quienes se les reconocía ciertos poderes, eran respetados y temidos. Ellos curaban a los enfermos y se encargaban de las ceremonias religiosas. En las relaciones sociales, basadas en el parentesco, primaba el patriarcado, expresado en el establecimiento del matrimonio en el hogar del marido (patrilocal). En cada familia podían existir cuatro a cinco generaciones.
El territorio Selk'nam, propiedad de una familia extensa, se subdividía tradicionalmente en unos 40 distritos familiares que tenían límites conocidos por todos.
Los Selk'nam se esmeraban en su presentación personal. Cualquier oportunidad era buena para pintarse el cuerpo y el rostro. Los adornos más usados entre mujeres y niñas eran los collares de conchas de moluscos y de huesos de ave. En la vida diaria los hombres no llevaban adornos y sólo en escasas ocasiones alguno de ellos usaba una diadema de plumas, lo que constituía un privilegio e indicaba que estaba cumpliendo un rol especial, generalmente durante una ceremonia. La vestimenta principal era una larga capa de piel de guanaco que les servía para protegerse, cubriéndolos del frío, desde el cuello hasta las rodillas. En ocasiones esta capa se confeccionaba con piel de zorro o cururo, este último era usado por los grupos de más al norte. Las pieles se raspaban y luego se dejaban secar estiradas mediante estacas. Entonces se procedía a unirlas mediante nervaduras del mismo animal, usadas como hilo. La capa del hombre no se fijaba a ninguna parte del cuerpo, por lo que debía sujetar los dos bordes superiores con la mano izquierda sobre el pecho. Esto permitía a los cazadores quitarse la capa con mayor facilidad y con ello poder capturar más rápidamente a sus presas. La capa de la mujer, en cambio, se afirmaba mediante dos nervaduras de guanaco alrededor de los hombros. La piel de guanaco le servía para proteger a sus hijos pequeños del frío, ya que los colocaba en su espalda bajo ella. Delantal, también confeccionado con piel de guanaco, que se usaba por debajo de los senos y cubría desde el vientre hasta las rodillas. Ellas no se quitaban nunca esta prenda en público; de la capa, en cambio, se desprendían fácilmente. Mocasines, zapatos fabricados con la piel de las extremidades del guanaco, cosidos con el pelo hacia fuera.
Mantenía una economía de subsistencia basada en la caza terrestre, principalmente aves, que se complementaba con la recolección de frutos, hongos y raíces silvestres, junto con algunos productos marinos.
La lengua Selk'nam era hablada por los cazadores terrestres de Tierra del Fuego, XII Región, extinguidos hacia las primeras décadas del siglo XX.
Los dioses y espíritus fueguinos no son representados ni se les rinde culto. No son más que nombres y palabras para designar lo que se encuentra más allá de la sociedad.
El fuerte de la cultura Selknam era sin duda la pintura corporal. El colorearse el cuerpo con atractivos diseños era una institución en la vida de este pueblo, tanto en su existencia rutinaria como en su aspecto mágico y ritual.
Los Selknam solían pintarse con pigmentos negro, blanco y rojo con motivos y diseños sencillos pero variados que podían tener significados relacionados con las situaciones que se estaban viviendo o los estados de ánimo.
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